martes, 9 de junio de 2009

Me enchilé!

La verdad que no soy el prototipo de gringo (=guiri, para los españoles) que llega a México y no puede soportar el picante que se gastan por esta zona… de hecho he conseguido enchilar a varios mexicanos de pura cepa (y no quiero decir nombres porque eso es algo que no pueden soportar!).

Pero ayer me enchilé… y cómo! Cómo lloraba! Cómo se cerró mi glotis! Qué sensación de muerte inminente! Fue con lo mismo que la última vez que me pasó… con una sopa. Decidí ir a un restaurante que están abriendo al lado de mi departamento, con especialidad en pescado y marisco. El caso que pedí mis platillos y me trajeron un cacito con sopa de pescado a modo de detalle de la casa… qué detalle! La primera cucharada… y pam! Cierre de glotis, lagrimones chorreando por la cara, sudoración masiva… pero no quería parecer el gringuito típico, así que logré respirar a duras penas y... otra cucharada pa dentro! y con el mismo resultado… y otra… y otra… un poco masoca, pero lo terminé! Me siento orgulloso de mí mismo! Ya sólo me queda dejarme el bigote y perfeccionar mi habla… para parecer realmente de esta tierra!

Al final de la comida el mesero (como se dice por acá) me preguntó si me gustó la comida: “Sí, mucho”, le respondí “pero me enchilé un poco”. “Es que los gringos no aguantáis el pique” me respondió. Y yo haciendo todos esos esfuerzos para nada… 

¿Dónde quedó mi dignidad de gringo?


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