jueves, 11 de junio de 2009

Pongamos que se llama Lupita


Pongamos que se llama Lupita.

Esta señora no ha parado de darme lecciones de vida desde que la conocí… La primera vez que la vi fue en un pasillo del hospital: con su bebé de 6 meses al brazo y otros dos hijos llenos de energía y vida al lado, jugueteando entre ellos. No los puede dejar en la guardería y los lleva consigo allá donde va. Su marido trabaja fuera de la ciudad y se pasa grandes temporadas sin verlos. Los papeles dicen que es seropositiva para el VIH y ya supo lo que es perder un hijo. Todo esto con no más de 25 años (eso calculo que tiene). Su familia parece que no la acepta demasiado y no le ofrecen el menor apoyo con sus hijitos. Ella se echó el mundo a las espaldas hace tiempo y se vale por sí misma.

Ese día estaba preocupada porque su hijito mediano, Manolito, llevaba 4 días con fiebre y lo nota muy enfermo. Él es seronegativo, durante algunos meses existió la duda sobre si tenía la infección, pero el resultado fue negativo. Hasta hace unos días era un torbellino de dos años y medio, pero desde que la fiebre comenzó, lo nota muy pálido, decaído y apenas come. Sandra, con su gran corazón y sin hacer caso de las prisas que siempre manejamos, se para a echarle un vistazo detenidamente: Lupita siempre ha cuidado a sus hijos excelentemente y nunca falta a las consultas de control. En esta ocasión Manolito está pálido como una hoja, hay que hacerle unas analíticas.

Al día siguiente volvemos a ver al cuarteto: Lupita con su cara de angustia; Manolito, pálido; Clarita, su hija mayor, sin parar de juguetear pero sin perder el ojo de su madre, muy preocupada; Junior, el bebé a lo suyo, dormido. Los resultados no son buenos, parece que tiene alguna infección que ha hecho que las defensas, las plaquetas y los glóbulos rojos de Manolito estén por los suelos, hay que ingresarlo para observarlo y ponerle tratamiento. Pero ella no tiene con quién dejar a sus otros dos hijos… su familia le ha dejado medio abandonada y no tiene ni un peso hasta que su marido (si hay suerte) no le envíe el dinero de la semana… las lágrimas corren por sus mejillas. Manolito y Clarita no entienden por qué mamá llora. No importa, ya encontrará a alguien… Llena de decisión sale del hospital.

Hoy hemos vuelto a verla. En esta ocasión se ocupa al cien por cien de Manolito: ayer por la tarde empezó a sangrar y tuvo que ser ingresado de urgencias en el hospital. Con una medio sonrisa nos cuenta que ha podido dejar a Junior y Clarita con una tía… parece que esta vez le han echado una mano. No lo dice, pero debe de haberle costado lo suyo…

Pero el pequeño necesita unas transfusiones y pertenece a una religión que prohíbe este tipo de tratamiento… las lágrimas aparecen de nuevo por su cara… Ya sabe lo que es perder un hijo y no quiere volver a pasar lo mismo con Manolito, que está sano, que no tiene la enfermedad, por el que tantos sacrificios ha hecho, con el que tanto ha sufrido… Con los ojos llorosos nos pide que se haga lo necesario.

Hoy Lupita se vuelve a aferrar a la vida.

Hoy Lupita me vuelve a dar una gran lección.

4 comentarios:

  1. por favor, cuanta tristeza, y nosotros por aquí agobiandonos con cualquier chuminá, ánimo y, en lo posible, que te llegue nuestra fuerza para que puedas transmitirla a esas personas tan desfavorecidas por la vida, Un besazo.

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  2. Una madre siempre tiene fuerzas, no te preocupes por ella, tu cuida de Manolito que aqui rezaremos por el y por todos vosotros!!!!
    Ah! Vive un cumpleaños muy feliz!!!!!
    Miles de besos, Antonio

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  3. Gracias por compartir tanto con nosotros. Estoy enganchada!!!
    Muchísimas felicidades, que tal se lleva el paso de los 30??
    Un besazo

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  4. Hola Antonio!! Llego tarde para la felicitación de cumple pero no para decirte que nos acordamos de ti y te echamos de menos..¡¡¡felicidades!!!. La historia de Lupita es tremenda, uno se mete en ese mundo y le da un vuelco el corazón. Además hay que ver como la cuentas...¿no te vas a dedicar tu a la literatura? Se te daría bien, casi tanto como la medicina. Besos fuertes, Carmen

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