lunes, 22 de junio de 2009

San Juan Chamula

Continuando con los sitios en los que estuve el fin de semana, os paso a contar mis sensaciones sobre San Juan Chamula.

Es un pueblo situado a unos 10 km de San Cristóbal aproximadamente a unos 2200 msnm y uno de las localidades en los alrededores de la ciudad en los que una parte importante de sus habitantes son indígenas, en concreto mayas, y especificando aún más, tzotzil.

Por suerte o por desgracia fui al pueblo en domingo, día del mercado por excelencia pero en el que la guía que manejaba desaconsejaba por la gran cantidad de turistas que hay. Por otra parte, es el día en el que los habitantes de las pequeñas comunidades bajaban para vender los productos extras y obtener algún dinerillo de más.

Cuando bajé del colectivo, ya se respiraba un ambiente completamente diferente al de SanCris: grupos de hombres con sus sombreros y vestidos con una especie de túnicas de lana de color negro o blanco, señoras con faldas negras hechas del mismo tipo de tejido, camisas y toquillas de vivos colores y una especie de bufandas en la cabeza (y no en el cuello) y muchísimos niños por todas partes. El mercado se encontraba en la explanada que hay delante de la iglesia principal del pueblo, dedicada a San Juan, y ya estaba en plena efervescencia. Una multitud de puestos en los que una señora o una niña vendían de todo: desde puñaditos de patatas, aguacates, tomates, nanches, pasando por zapatos, hilos y telas y terminando por especies de carnicerías y puestos de comida. Quizá lo que más me llamó la atención eran unos puestos que vendían remedios, pomadas y demás cosas destinadas a la higiene y salud que tenían altavoces en los que, en una mezcla de su lengua (el tzotzil) y el castellano, anunciaban cosas del estilo de “pomada del tigre”, “pomada de víbora”, alternado con unas palabras en su lengua y después paracetamol, naproxeno o champú anticaspa… un poco surrealista, en fin!

Pero lo que definitivamente me llamó más la atención fue el interior de la iglesia. Ya la otra vez en la que estuve en México, en las comunidades de la sierra de Toluca, me sorprendió la forma de vivir la religión, de disponer y decorar las iglesias. Pero aquí la cosa era muy diferente a lo que recordaba y al entrar quedé sorprendido del ambiente que había: el aire muy denso consecuencia del incienso y del humo de las innumerables velas situadas sobre una gran cantidad de mesas y gran parte del suelo. Cerca de esas mesas y velas, señoras arrodilladas rezando en voz alta en su propio idioma. Sobre el suelo lo que llaman ocote (agujas de pino) para dar color y cierta comodidad. Y en todas las paredes imágenes de santos y vírgenes en sus hornacinas. En total conté 52 imágenes distintas, entre las que estaban San Antonio de Padua, la Virgen del Carmen, la del Rosario Mayor (y otra del Rosario menor), el Dulce Nombre de Jesús, por supuesto la de Guadalupe… y en el altar mayor una imagen de San Juan Evangelista, a la que mayor devoción mostraban. Pregunté a alguien que parecía ser un mayordomo y me contó que siempre se hacía algo parecido, pero que en estas fechas se intensificaban las oraciones y plegarias porque se acercaba la festividad de San Juan. De las distintas comunidades venía una veladora que se situaba delante de una mesa llena de velas y se turnaba con otras señoras para pedir al santo por la vida, la salud, la comida… El ambiente me resultó único: una mezcla de creencias precoloniales, mezcladas con elementos católicos y mucho fervor popular. Muy recomendable incluso para los que detestan mezclarse con los turistas y quieren hacer su viaje alternativo.

Y es que México es un país con una gran diversidad de etnias, culturas y formas de vivir y entender la naturaleza. Esta vivencia me ha ayudado a entender un poquito más la idiosincrasia de esta gente.


2 comentarios:

  1. Las fotos son chulísimas, bro...tienes algún tipo "picassa" donde subir más fotos, a parte de las que se ven en el blog???

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  2. Pues la verdad que con la conexión que tengo por aquí, lo voy a tener complicado. Habrá que esperar a la vuelta.
    Besos

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